Me encuentro de nuevo en el Starr Park, junto con Nita, por que la otra vez no pudimos ir a las oficinas de SUPERCELL por el problemón que traían esos hermanos salvajes.

Pero ahora si agarrando a Nita de la mano y sin soltarla después de que me haya dicho la misma frase de ayer, no voy a volver a caer, no luego de lo que me hicieron pasar los gemelos.

En cuento llegamos al centro, veo el carrito de los algodones de azúcar, que también tenia mas cosas. Antes de llegar al gran edifico, necesito pedir disculpas, o bueno, OBLIGAR A ALGUIEN A QUE PIDA DISCULPAS, POR QUE ROBAR ESTA MAL.

—Nita, discúlpate con el señor.

La gente de nuestro al rededor, comenzaba a rodearnos alertando a Nita, y pegándose mas a mi.

—¿Sandy. . . nos podemos ir? —Todo de ella tiembla, pero no volveré a caer, ya no mas.

—No sin antes disculparte con el señor.

Un niño chiquito que estaba con la multitud se nos acerca y le dice a Nita —¡Es muy fácil!, solo tienes que decirle: "Perdón por causarle problemas, señor"

Pero solo lo ve indiferente.

La muevo tantito —Te comprare algo

Se queda quieta, dudando de lo que vaya a hacer.

—Señor. . . perdón, por. . .— tiembla apretando mi mano —¡SOLO PERDONEME!

Por robar, causarle problemas, y luego tu tonto hermano también le robo. ¡No gruñas cuando tu empezaste esto!

Le doy palmaditas en su gorro y suspiro —tendremos que trabajar en eso, en fin, ¿me podría dar una manzana dulce?

—Claro que si, pequeño hombrecito.

Por lo que vea, será un problema obligar a Nita a disculparse con Mandy y no quiero volver a ver a los policías en un buen rato. Así que vayamos directo a las oficinas.

Capturo la atención de Nita, que gruñía a la gente (que a diferencia mía les daba un poco de mi arena o autógrafo) le doy su manzana y a mi sorpresa lo toma cuidadosamente, pensé que lo mordería tan solo se lo diera. . . No digo nada, hasta que nos alejamos mas de la multitud, que tampoco había mordido en ningún momento.

—¿Qué pasa?

—Nita. . . Nunca ha comido esto. . .

—Oh. . . perdón, luego te preguntare que es lo que querías, se me fue, perdón.

—Ten.

Extiende su brazo con la manzana en este, lo tomo pero su mano no suelta el palo.

—Ni-

—Muérdelo

Me sonrojo ante sus palabras, ¿Sabe lo que esta diciendo?

—Y Nita podrá morder.

—Mejor lo corto llegando a casa, y lo compartes con Leon.

Aunque ese cabron no merezca nada.

—¡No! ¡Nita quiere comerlo aquí, sin Leon!

Trago seco, aprieto un poco mas su mano, para que la manzana este fija, me inclino y doy una mordida. Pongo una mano ocultando en mi boca, veo a Nita quieta, y le da una pequeña mordida a comparación de la mía.

—Sabe bien. . . es dulce. . .

—¿Quieres que lo pida de nuevo luego?

—. . . Si. . . Por favor

Se ve tan tierna, procedemos a seguir con la caminata hasta llegar al gran edifico, me pregunto si habrá tantas personas trabajando ahí, por que es ridículo la cantidad de pisos que hay.

Cuando entramos, le recepción nos daba la bienvenida.

—Hola disculpa. . . Estamos aquí, para anunciar que nuestro equipo esta completo.

—Oh claro, ¿Puede decirme los nombres?

—Si claro, Nita, Sandy y Leon.

Me limpio mi mano sudada, espera. . . es la mano donde agarraba a Nita. . . volteo a todos lados, ¿Donde. . . Donde esta?

—¡Mira Sandy!

¡Atras!

—Una ranaaa

Uf. . .

—Ya esta registrado, gracias, suerte en el campeonato.

—Gracias por su atención.

Nita  (peleaba con la rana que intentaba escapar por su vida) se la pasaba gruñendo y saliva caia de su boca por la manzana que retenia adentro de sus dientes, la arrastro hasta la entrada, donde le dio sus últimos insultos. Le doy una servilleta que me dieron antes, no te voy a negar que si me da asquito.

Sigo pensando que Leon es horrible como hermano y como influencia.

Cuando llegamos a su casa, clara fue mi sorpresa al ser Bo el que abrió la puerta. Me quede perplejo en frente de su puerta, contrario a Nita, que sin dudar, deja mi mano para abrazarlo.

—Entra mi niña. . . Sandy. . .— Me saca de mis pensamientos —¿Te gusta mi hija?

—¿Que?— su pregunta me deja perplejo, por que pregunta eso, queee, nada que ver, de donde saca esas conclusiones para empezar

—Pregunto ¿Si te gusta mi hija, Nita?